viernes, 26 de abril de 2019

MÓDULO DE TAI-CHI EN EL AULA DE MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE MÁLAGA

Se celebrará los martes 7, 14, 21 y 28 de mayo y 4 de junio de 17:00 a 18:30 en El Ejido (Aula de Mayores)

 Es evidente que en los últimos tiempos, el campo de la actividad física, ha ido abriéndose a nuevas formas, diferentes concepciones y métodos de trabajo, algunas de ellas fruto de la investigación y la innovación en lo que se ha dado en denominar las “gimnasias suaves”, y otras veces buscando en el ámbito de lo corporal en las tradiciones orientales; todo ello, dentro de un clima de fascinación general de lo que en este aspecto supone la cultura de oriente. En este contexto, cabe quizás destacar como denominador común, el intento por superar el dualismo cuerpo-mente y encontrar formas de expresión que ayuden al ser humano a llevar una vida mas plena, a vivir de forma integra y total cualquier acontecimiento de la vida.

Clase de TAI CHI por el profesor Mario Muñóz Rey

EL PROFESOR: Mario Muñóz Rey: Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva 
( T.A.F.A.D). Profesor del programa de actividad físico deportiva para mayores en Archidona desde el año 2000. 
Técnico del Patronato Municipal de Archidona (MÁLAGA, ESPAÑA).

El Tai-chi, no solamente supera la concepción del cuerpo-herramienta y la barrera entre lo físico y lo mental, sino que constituye toda una escuela de vida, la expresión de toda una filosofía y una forma de entender la vida que abarca los distintos ámbitos del comportamiento. A través del movimiento aprendemos a interpretar, de forma vivida, las enseñanzas de las que es expresión, la inmensa sabiduría que atesora y de sus aplicaciones tanto a nivel individual como colectivo, tanto a nivel físico como psicológico o social. 

Intentar explicar lo que es el Tai-chi, es establecer un paralelismo completo entre la “forma” y la "vida". Así como en la forma, enlazamos un movimiento con otro, alternando la expansión y la contracción, la elevación y el descenso sin solución de continuidad y sin ruptura entre ellos, en la vida los distintos acontecimientos que suceden mantienen la misma alternancia. Así mismo nuestros estados de ánimo cambian y la unidad de la vida permanece como la unidad del movimiento. 

Experimentar el Tai-chi, es aproximarse a la esencia de la vida, no es querer atraparla, sujetarla y convertirla en algo fijo y estático, sino sentir su cambio constante, su flujo continuado y continuo. 

Realizar el Tai-chi, no es repetir una y otra vez un movimiento para lograr la perfección, sino interactuar con nuestro entorno desde el momento presente y hallar el equilibrio que corresponde a cada instante. 

No es encerrarnos en nosotros mismos para hacernos resistentes e impermeables a la vida, sino hacernos vulnerables a ella, estar en contacto con el mundo, permitir que la vida nos llegue y nos toque y aceptar el nuevo momento que emerge para volver a cambiar

Practicar el Tai-chi, no es buscar la seguridad en la realización de lo conocido, sino reconocer la incertidumbre a la que continuamente estamos sujetos y aprender a vivir en ella. 

Hacer de cada repetición, la primera repetición, aprendiendo a reconocer lo constante y lo cambiante de cada momento de la vida, adaptarnos a cada circunstancia respetando el curso natural de las cosas. 

La practica del Tai-chi, no se reduce a la realización más o menos correcta de una serie de movimientos, sino que implica la constante búsqueda del equilibrio en las distintas facetas de nuestra vida. Entonces, elementos aparentemente contrapuestos se armonizan y el significado de las cosas y de la propia vida se amplifica. 

"San Shou", significa mirar, vigilar, observar y aceptar
"San Sui", significa seguir, ajustarse y parecerse a
"San Tiao", significa regular ajustarse y adaptarse perfectamente
“San Wang", significa olvidarse, pasar por alto, hacer descuidadamente.

Presentación: Antonio Merino Mandly


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